CORPORACIÓN ENSAYOS PARA LA PROMOCIÓN DE LA CULTURA POLÍTICA
Entrevista al Grupo motor de los Círculos de Mujeres Cuidadoras del norte del Cauca.
En el norte del Cauca, un grupo de mujeres nasa, negras, mestizas, firmantes del Acuerdo de Paz, y personas LGBTIQ+, replantea el cuidado, la sanación y la reconciliación desde feminismos territoriales, interétnicos e interculturales.
Corporación Ensayos: ¿Cómo ha cambiado su percepción del cuidado desde que hacen parte del Círculo?
Dielina Palomino: Las formas de cuidado son diversas. Estábamos acostumbradas a plantearnos el cuidado como una acción cotidiana en nuestras casas, pero ahora lo planteamos como una transformación de nuestra vida y la de quienes nos rodean. Esa transformación ya no recae sobre una sola persona, sino que se convierte en un ejercicio de acción colectiva, con un sentido de buen vivir.
Martha Dagua: Mujeres Cuidadoras es un ejercicio de reciprocidad: hemos recibido y dado. La transformación está en tener tranquilidad para acompañar experiencias de violencias, así como en tener las herramientas para no generar una acción con daño.
Marcela: Partimos de sacudirnos un mandato que se nos impuso: que las mujeres cuidan.
“El Círculo es un espacio para
refugiarnos, para sentirnos
acompañadas y no juzgadas”.
Nelly Paví
Aquí nos preguntamos por la importancia de los cuidados para la sostenibilidad de la vida; estos no pueden seguir recayendo solo en nosotras y en la medida en que esa conciencia se reafirme, las vidas de las mujeres y de otras personas mejorará. Esto permitirá transitar hacia la colectivización de los cuidados.
CE: El Círculo se ha edificado alrededor de la pregunta “¿quién cuida a las que cuidan?”. Para ustedes ¿cómo es sentirse cuidadas por otras?
Carmenza: Me sentí acompañada desde el inicio, cuando recibimos el marma masaje, con las constelaciones, el acompañamiento psicológico y el apoyo de las compañeras. Nos hemos sentido fortalecidas al contar lo que nos pasa sin que nos juzguen. Eso es sentirse acompañada.
Emilse: Soy una de las más cuidadas en este Círculo. Ese cuidado transformó la realidad de mi vida, pude mirar la vida con otros ojos y me ayudó a salir de un lugar del que creía que no podía.
CE: ¿Qué consideran esencial para cuidar a otrxs?
Jessica Llantén: En el componente psicocultural hemos aprendido técnicas de sanación y primeros auxilios psicológicos, porque cada acompañamiento es distinto… En el jurídico, en vez de respuestas surgen preguntas: cómo entendemos la justicia y cómo la hacemos restaurativa. Hemos aprendido a pensar la relación entre justicia ordinaria y justicias comunitarias, pero todavía tenemos muchos cuestionamientos sobre los obstáculos institucionales que no contemplan la perspectiva interétnica e intercultural, que es el énfasis que proponemos.
CE: ¿Cuáles son los principales retos y desafíos?
Marcela: Un reto es diversificar generacionalmente las apuestas por los cuidados. El conflicto armado en el norte del Cauca tiene un componente generacional que hay que comprender y atender. Otro es la financiación. Al respecto, lo que buscamos en el Círculo es afianzar este proceso feminista, interétnico e intercultural, y mostrarle al Estado la importancia de generar alianzas público-comunitarias que partan de reconocer esta experiencia de cuidados, en la prevención y la atención a las violencias hacia las mujeres y personas LGBTIQ+, y que la financien, siempre respetando nuestra perspectiva.
CE: Frente a estos desafíos, ¿cómo se imaginan el espacio del Círculo en los próximos años?
Leydi Cuene: Me lo imagino teniendo un espacio físico propio, que brinde protección a estos encuentros tan sensibles.
Jessika: Queremos construir un portafolio de servicios y de atención. Es importante que este Círculo llegue a más espacios comunitarios, a otros territorios, por eso es importante seguir fortaleciendo capacidades con formación.
Martha: Lo veo financiado por el Estado, pero no dentro de contextos institucionales, porque se perdería la esencia. La institucionalidad tiene unas formas de ser y de hacer las cosas que vuelve mecánica cualquier iniciativa, deja de ser profunda y humanista. Se convertiría en algo muy técnico.
CE: La Revista Fokus trabaja también con mujeres de Guatemala y de otros lugares en Colombia, ¿qué mensaje quisieran enviar?
Dielina: Debemos tejer juntos y juntas, hay que compartir experiencias. Hemos construido unos saberes que podemos compartir con otras personas que hacen lo mismo en otras partes del mundo, podemos enriquecer y enriquecernos de estas experiencias que tienen unas realidades situadas.
Marcela: A nivel internacional hay una exacerbación de masculinidades guerreras. Es una amenaza que evidencia un retroceso de los derechos de las mujeres y de las personas LGBTIQ+. El llamado es a internacionalizar estas apuestas feministas: territoriales, interétnicas e interculturales, para encontrarnos con otras, otros y otres. Hay que volver al principio de la solidaridad internacional en estas luchas.
Martha: Es necesario repotenciar estas políticas para poner a las cuidadoras en el centro de todas estas conversaciones y dinámicas. Estas iniciativas son políticas y poéticas, hay una realidad y es que las cuidadoras deben estar en el centro.






