Durante estas tres décadas, FOKUS ha estado activo por los derechos de las mujeres y la población LGBTIQ+ a nivel global. Seguimos activas teniendo claro que se mantienen vigentes muchos retos en los que hay que avanzar.
NUESTRO INICIO
Para FOKUS Foro de Mujeres y Desarrollo, 1995 es un año importante. No solo es el año en que el mundo se reunió en Beijing para adoptar una declaración histórica sobre los derechos de las mujeres y la igualdad de género en la Cuarta Conferencia Mundial de las Naciones Unidas sobre la Mujer. También es el año en que el movimiento de mujeres noruego se unió para fundar FOKUS, el Foro para las Mujeres y el Desarrollo.
AVANCES, DESAFÍOS Y RETROCESOS
Esto marcó el inicio de un periodo de avances para las mujeres y las niñas, tanto en la educación primaria y la salud materna como en el reconocimiento de la violencia contra estas como una violación de los derechos humanos. Las Naciones Unidas proporcionaron un marco para la cooperación y la rendición de cuentas.
Y sin embargo aquí estamos, treinta años después, enfrentándonos a una resistencia cada vez mayor, no solo a la igualdad de género, sino al concepto mismo de cooperación internacional.
La lucha por la igualdad de género, especialmente por la salud y los derechos sexuales y reproductivos, se ha convertido en un campo de batalla en lo que a veces se denomina la guerra cultural. Solo en 2024, uno de cada cuatro países informó sobre retrocesos en los derechos de las mujeres. Los conflictos, las crisis climáticas y la inestabilidad económica afectan de manera desproporcionada a las mujeres y las niñas, lo que refuerza las desigualdades existentes.
La influencia de los movimientos antigénero, contrarios a los derechos de las mujeres y personas LGBTIQ+, se deja sentir en todo el mundo. Estos actores se oponen activamente a las políticas de inclusión, entre muchas otras, y atacan a las organizaciones de la sociedad civil y los derechos de las minorías.
1995 es un año importante…
es el año en que el movimiento
de mujeres noruego se unió para
fundar FOKUS Foro
de Mujeres y Desarrollo.
El alcance de la paz a nivel global se pone cada vez más en duda con viejos y nuevos escenarios de guerra, como el genocidio del pueblo palestino por parte del Estado de Israel, la expansión de este conflicto en el medio oriente, la invasión de Rusia a Ucrania y una guerra que ya supera los tres años, la reactivación de actores armados ligados a la cadena internacional del narcotráfico que reciclan viejos conflictos y controlan territorios y poblaciones en varios países de América Latina, entre otros; asimismo, se pone de manifiesto la debilidad cada vez más explícita del sistema de Naciones Unidas para intervenir de manera clara en detener las guerras que cobran vidas humanas por doquier.
La evolución no es lineal. Se trata de avances y retrocesos, y de nuevos avances. Los logros de los últimos treinta años deben defenderse –y ampliarse– si queremos hacer realidad la visión establecida en Beijing. Ante una crisis, ya sea una guerra, una pandemia o un desastre natural, las mujeres siguen viéndose afectadas de manera desproporcionada, mediante la pérdida de puestos de trabajo, el aumento de las cargas de cuidados y una mayor exposición a la violencia de género.
CONTEXTO ACTUAL
FOKUS se fundó en una época de idealismo y solidaridad. Treinta años después, se está produciendo un cambio importante: la cooperación internacional al desarrollo y la ayuda internacional están en declive. Esto se debe principalmente, aunque no de manera exclusiva, a los recortes del gobierno de Trump. Vemos con preocupación los resultados de la reciente encuesta de ONU Mujeres a nivel global1, en la cual, a partir de una muestra de 411 organizaciones de mujeres, que trabajan en 44 contextos humanitarios y de crisis, los programas que se están viendo más afectados son los que atienden las situaciones de violencia de género, y los de protección, entre otros.

NUESTRAS APUESTAS HOY
FOKUS se mantiene activo en el trabajo de cooperación con organizaciones del Sur global, para apoyar organizaciones de mujeres y población LGBTIQ+ comprometidas con cambios estructurales que dignifiquen la condición humana.
Contamos desde 2010 con una oficina en Colombia, la cual desde 2023 se transforma en oficina regional para Latinoamérica, con pequeños equipos de trabajo en Colombia y Guatemala que apoyan a las copartes.
También hemos ido constituyendo, desde 2024, un equipo de trabajo en África oriental, que apoya a las organizaciones copartes en Etiopía, República de Somalilandia, Kenia, Tanzania, Uganda y Malawi.
En términos generales, desarrollamos cuatro programas, acordes con nuestras líneas estratégicas; sin embargo, no todos están presentes en ambos continentes. A continuación damos una breve cuenta de cada uno de ellos.
El programa de Prevención de Violencias contra mujeres, jóvenes y niñas en América Latina, tanto en Colombia como en Guatemala, está dirigido a procesos de formación, prevención e incidencia en políticas a nivel municipal y nacional, que permitan la prevención de las diferentes violencias que enfrenta este grupo poblacional, algunas de ellas afectadas por los fenómenos migratorios o por la violencia sexual, psicológica y económica, entre otras. Cabe resaltar la importancia de los procesos de sanación que han permitido el abordaje desde las cosmovisiones de los pueblos indígenas, así como el trabajo individual y colectivo con las jóvenes y niñas, algunas de ellas afectadas por los conflictos armados que han vivido ambos países. En África, en Kenia y Tanzania específicamente, el programa se centra, entre otras cosas, en la erradicación de la mutilación genital femenina y los matrimonios infantiles y forzados, así como en la prevención de la violencia sexual y la violencia de género. Se considera que la mutilación genital femenina como rito de paso de las niñas a la edad adulta crea el terreno fértil para el matrimonio precoz y forzado de niñas, prácticas profundamente arraigadas que obligan a su cumplimiento o, en caso contrario, a sanciones punitivas.
El alcance de la paz a nivel global se
pone cada vez más en duda
con viejos y nuevos escenarios de guerra.
El programa de Salud y derechos sexuales y reproductivos en América Latina tiene enfoques diferentes en Colombia y Guatemala, mientras en el primero hay una legislación que despenaliza el aborto hasta la semana 24 y se mantienen 4 causales para las semanas siguientes, en Guatemala está prohibido, excepto cuando está en riesgo la vida de la madre; esto a su vez tiene impacto en los proyectos que desarrollan las copartes en cuanto a las posibilidades de incidencia y de procesos formativos y educativos en salud sexual y reproductiva. Guatemala también restringe la posibilidad de formación en salud sexual integral en establecimientos educativos. En ambos países, las copartes desarrollan procesos de formación dirigidos a mujeres y jóvenes, y tienen entre sus propósitos la disminución del embarazo adolescente, entre otros. En África, específicamente en Etiopia, Malawi, República de Somalilandia y Uganda, las copartes se centran en la superación de actitudes y prácticas que limitan el acceso de las mujeres y las niñas a estos derechos, partiendo de que la formación y difusión de temas relativos a los derechos permitirán el aumento de la demanda y el acceso de las mujeres y jóvenes a la salud sexual y reproductiva.
Desde 2024 tenemos un equipo de trabajo
en África oriental, apoyando
organizaciones copartes en Etiopía, República
de Somalilandia, Kenia, Tanzania,
Uganda y Malawi.
En Uganda, el programa de empoderamiento económico tiene como propósito contribuir a la superación de la discriminación estructural y las desigualdades que evidencian las desventajas económicas de las mujeres y que repercute en el bienestar de estas y sus familias. Este programa apoya el acceso de las mujeres al capital, el emprendimiento y los factores de producción, incluidos la tecnología y la maquinaria, el registro legal de empresas y su protección.
El programa sobre Mujeres, Paz y seguridad, desarrollado en América Latina, específicamente en Colombia, tiene como propósito contribuir a la construcción y consolidación de la paz, a pesar de los múltiples factores que siguen alentando la guerra. Las organizaciones copartes siguen trabajando en la promoción de la cultura de paz, en la incidencia para la implementación del Acuerdo de Paz, en la exigencia de diálogos que contribuyan a la paz total, así como a la generación de espacios desde la sociedad civil que sigan insistiendo a los actores armados para que sigan el camino del diálogo y la negociación política con la participación activa de las organizaciones de mujeres y las comunidades.
Recientemente, hemos empezado a trabajar con organizaciones de mujeres ucranianas, con el propósito de que los procesos de recuperación del país incluyan las cuestiones de género como un pilar clave, para esto ha sido relevante la experiencia adquirida con el programa 1325 en Colombia.
El camino recorrido desde Beijing hasta hoy no es una historia de éxito lineal ni una historia de retrocesos. El mundo ha sido testigo de avances notables, aunque frágiles y desiguales: las tasas de pobreza extrema habían disminuido, sin embargo, con la pandemia del covid-19 volvieron a aumentar; se han aprobado un número considerable de reformas legislativas contra la discriminación de género y hay más mujeres en puestos de liderazgo. Las organizaciones de mujeres se han ido incorporando cada vez más a los procesos de paz.
El movimiento feminista a nivel global ha de mantener su lobby por la materialización de los derechos humanos de las mujeres y la población LGBTIQ+, y la dignificación de la vida humana.
¡Protejamos lo que hemos logrado y sigamos avanzando!
1. At a breaking point: the impact of foreign aid cuts on women’s organisations in humanitarian crises worldwide. UN WOMEN, Abril 2025. https://www.unwomen.org/ en/digital-library/publications/2025/05/ at-a-breaking-point-the-impact-of-foreign- aid-cuts-on-womens-organizations-in- humanitarian-crises-worldwide.



